viernes, 17 de mayo de 2013

EL HILO ROJO DEL DESTINO



Los japoneses tienen la creencia de que las personas predestinadas a conocerse se encuentran unidas por un hilo rojo atado al dedo meñique. Es invisible y permanece atado a estas dos personas sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo existe independientemente del momento de sus vidas en el que las personas vayan a conocerse. El hilo puede enredarse o tensarse, pero nunca puede romperse.

Una leyenda sobre este hilo rojo cuenta que un  anciano que vive en la luna, sale cada noche y busca entre las almas aquellas que están predestinadas a unirse en la tierra, y cuando las encuentra las ata con un hilo rojo para que no se pierdan.
El abuelo de la Luna ata un hilo rojo en la muñeca de cada niño que nace; ese hilo está atado a muchos hilos, que a su vez sujetan las muñecas de todas las personas con las que ese niño está destinado a encontrarse.
Según esta creencia, el hilo rojo, es el hilo invisible que nos acerca a todas las personas en esta tierra y lo que nos une a pesar de las dificultades, bien sean familiares, amigos, vecinos o conocidos. Nunca se sabe a quién podemos encontrar en nuestro camino.
Ojalá los niños desaparecidos que sobrevivieron de las inundaciones del Vallés, tengan ese hilo rojo atado en la muñeca que les lleve a encontrarse algún día con sus familias de origen.

Ojalá nuestro hermano lleve atado ese hilo rojo del destino que nos conduzca al final de nuestra búsqueda.